Namu Daishi Henjô Kongô

Estoy escribiendo este post desde el templo 6 (templo Anrakuji). Caminé cerca de 20 km y visité 6 templos en mi primer día. Puedo decir que como inicio de jornada no podria haber sido mejor. Me desperté a las 6:00, Preparé los últimos detalles la mochila, me puse el HAKUI por la primeira vez y salí del hotel a las 6:30. Al dejar las llaves en la recepción había un sobre con mi nombre y dentro un mensaje de despedida de Sanae y Ozuka, las dos señoras que cuidan del hotel y que cuidaron de mi como si fuese un hijo  los últimos días. Tomé el tren local (en realidad es un único vagón) hasta la estación Bando, que queda a 1 km del templo 1.  Cuando bajé del tren estaba en un  pequeño pueblo del interior de Japón y no tenía idea de lo que me esperaba. Segui un mapa que estaba en la estación y llegué al templo 1 (Ryozenji). Senti un frío en la barriga... Finalmente estaba comenzando la caminada...  Traté de recordar todas las explicaciones que había recibido de Tetsuya san pocos días atrás en mi visita al monte Koya san sobre el ritual que se debe seguir al entrar en un templo pero teoría es una cosa y la práctica es otra cosa.  Me senti tan tenso al llegar al templo que no sabía que hacer. Ni idea... Bueno, en ess casos hay que pedir ayuda a Kobo Daishi... Hice una reverencia en el portón del templo, entré y comencé a observar a otros O-Henros e imitarlos. A los pocos fui organizando el proceso y junto con la ayuda de algunos O-Henros que obserbaron mi falta de conocimiento, fui aprendiendo la secuencia de rituales. Más o menos es asi: 1) reverencia al pasar el portal de entrada, donde dejamos para atrás el mundo terreno y entramos al mundo sagrado. 2) se dirige al templo principal y se enciende una vela y un incienzo. 3) reza una oración (mantra), siendo que el más común es el que está en el título de este post: Namu Daishi Henjô Kongô. 4) se dirige a la puerta del templo principal y se deposita en una caja plateada un papel blanco que tiene la figura de Kobo Daishi con nuestro nombre, dirección y un pedido en el verso. 5) toca una campana en la puerta del templo 6)  reverencia de despedida 7) ir al segundo templo y repetir el proceso. Después de seguir esos rituales vamos a el escritorio del templo donde recibimos el sello de la visita. Parece complicado al principio pero después de hacerlo 2 o 3 veces y de imitar a otros O-Henros, no es tan dificil. Y nada es obligatorio. Y también yo creo que lo que realmente importa es con que actitud uno hace todo ese ritual. Me parece que si vamos de corazón abierto, Kobo Daishi no se va a importar si nos equivocamos un poco. Una cosa que me llamó la atención es que todo el mndo sabía perfectamente que yo no soy budista. Y nadie me miró mal por eso. Por lo contrario, me ayudaron. Y lo mejor, nadie intentó convertirme al budismo, catequizarme, enseñarme nada. Simplemente me ayudaron para que yo siga de manera correcta los rituales. Los templos son lindos! Voy a colocar fotos. Hay mucha gente haciendo la peregrinación en esta época pero muy pocos a pie. La gran mayoría son grupos de viejitos que van en autobuses y pasan una semana andando por toda la isla de Shikoku , visitando los templos, rezando y divirtiendse mucho. Especialmente cuando encuentran un gringo como yo que no entiende nada de japonés ni de budismo. Pasada la emoción de la primera visita al templo 1, me deparé con un asunto más terreno: como encontrar el camino hasta el templo 2 (Gokurakuji)? No tenía ni idea. Pero luego esa duda se esclareció. Comencé a identificar flechas rojas y otros señales indicadores y en seguida me di cuenta que el camino estaba muy bien señalizado. A los pocos me fui acostumbrando a este nuevo camino y comencé a sentirme más tranquilo, fui conociendo algunas personas como Takenaka san que me acompañó en la caminada entre los templos 5 y 6. Takenaka san es un profesor en la universidad de Toquio y nació en Shikoku y estaba de visita a parientes. Hablamos bastante, me contó como para los japoneses religión es un motivo de alegria y no de conflictos y que cadi todo el mundo visita tanto templos budistas como xintoistas y está todo bien asi, no poroberem. Lo más divertido de la caminada con Takenaka san fue cuando me hizo escuchar en su Ipod el repertorio de músicas latinas: La bamba, música mariachi, boleros. El no entendía nada de español pero daba para ver como curtia el ritmo de esas músicas. Muy buena gente Takenaka san. En el templo 4 (Dainichiji) había un grupo de niñas de una escuela de la región que estaban con su maestra haciendo una visita al templo y recibiendo a todos los peregrinos con un regalo, dulces y te. En mi caso, además de haber recibido los regalos, fui llamado para una sesión de fotos con todo el grupo. Creo que mañana voy a ser tema de las conversas en la hora del recreo en esa escuela... Finalmente llegué al templo 6 (Anrakuji), donde había hecho una reserva para hospedarme. No precise decir nada... Asi que llegué a la recepción llamaron a la única persona que habla ingles, un estudiante de budismo muy amable que que me explicó todo sobre el templo. Hospedarse en un templo budista es una experiencia que vale mucho la pena. Nuevamente nadie se importó en que yo no fuese budista. Poco después de haberme instalado, un grupo de viejitos muy simpáticos me llamó para particupar de una cereminia del té y me hicieron un monton de preguntas (siempre con la valiosa ayuda de Koji Toki, un joven O henro que está hispedado aqui y habla muy bien inglés. Fue emocionante cuando me preguntaron sobre el tsunami del año pasado. Les conté que en aquella ocasión recé mucho por las familias de los muertos, que acompañar de lejos todo lo que ocurrió y ver como fue la reacción del pueblo japonés me hizo admirar todabia más esa nación. Cuando paré de hablar noté un silencio profundo en el grupo y mucha gente llorando... Al final del día participamos de na ceremonia budista muy linda, en el templo lleno de velas, con el monje cantando mantras, las campanas tocando, y finalmente los peregrinos participamos dejando diversos mensajes con pedidos personales y con homenages a los antepasados. Y para completar un día tan especial, antes de ir a dormir descubrí que hay internet en el templo! Y aqui estoy escribiendo un poco. Hoy fue un día muy especial. Una caminada tranquila de 20 km, los pies en la tierra al andar y el alma elevandose al rezar. Namu Daishi Henjô Kongô... Arigatou Gozaimazu!