Konichiwa!
Después de muchos días sin encontrar WI FI gratis, tube suerte y consegui una conexión buena y con un poco más de tiempo.
Hoy, 15 de abril, llegué al cabo Ashikuramizaki, donde queda el templo 38.
Las distancias entre templos en esta etapa son grandes y el mapa que yo hice unos días atrás es muy casero y no está en escala. Por ejemplo, entre el templo 36 y 37 son 57 km. Y entre el templo 37 y 38 son 85 km. Y ahora, para llegar al templo 39 son 80 km.
Ya estoy con aproximadamente 550 km caminados, cerca de la mitad de la distancia.
En los últimos días estaba bastante preocupado en encontrar WI FI al llegar al lugar de hospedaje. Normalmente comienzo a caminar a las 7:00 y paro a las 15:00 o 16:00, con 2 o 3 paradas durante el día para descansar, beber agua, mear, comer algo.
Y de repente me di cuenta que no estaba siendo nada agradable llegar a los lugares y, en lugar de descansar, salir buscando internet.
Llegó un momento en que paré de buscar internet. Pensé conmigo: si hay wi fi donde me hospedo, ok. Si no, paciencia.
Y me hizo muy bien estar desligado de todo. Y más conectado conmigo.
Y voy a continuar asi.
Los últimos días pasé por lugares que son considerados, caso ocurra un terremoto grande por aqui cerca, los sitios donde pueden ocurrir los mayores tsunamis en todo Japón. Con olas que podrian llegar a 20 o 30 m, o más, conforme me explicaron.
Las placas con alertas de fuga en caso de tsunami están por todos lados.
Existen por todos lados unas barreras muy grandes de concreto en el mar, a 500m de la orilla aproximadamente, construidas por el gobierno en los últimos 50 años, para proteger las áreas más vulnerables. Y mucha gente murió en el tsunami del año pasado porque creia que esas protecciones serian suficientes para frenar el água. Creyeron en el gobierno.... Las imágenes mostraron que no ayudaron en nada. Las olas ignoraron esas barreras y destruiron todo. Hoy nadie cree más en esas protecciones.
Japón tiene una larga historia registrada por escrito, con muchos detalles en números. Desde los años 600 o 700 hay registros escritos donde se pueden encontrar informaciones detalladas de tsunamis, terremotos y otras catástrofes naturales.
Pero no era de eso que iba a escribir.
Tube dos encuentros muy especiales dos dias atrás.
Primero fue cuando llegué al templo 37 y una señora muy gentil, Michi san, me recibió hablando en perfecto español. Yo no entendí nada.
Generalmente ocurre que es difícil encontrar quien hable inglés. Español o portugués ni intento hablar.
Y esa señora hablaba perfectamente! Demoré unos minutos para entender lo que estaba ocurriendo. Ella me explicó que, debido al trabajo de su marido, vivió varios años en Sud América, en Paraguay, Chile, Peru, México.
Y asi fué que por lo menos por un día, no tube ningún problema con el idioma.
Al día siguiente,encuanto caminaba encontré un gallo. Si, un gallo. Estaba suelto, no habia ninguna casa cerca.
Y aqui es muy raro ver gallos o gallinas, o vacas, caballos, chanchos, ovejas. En realidad yo no encontré ninguno de esos animales desde que comencé a caminar.
La gente aqui come pescado, arroz y verduras. Carne o productos lacteos son cosas raras. Mismo cuando entré para comprar algo en un supermercado, casi no hay carne o quesos, por ejemplo. Y son caros.
Pero ahi estaba yo con el gallo. Y paré porque el estaba solito. Y comencé a hablar en español con el gallito. Y el gallito me siguió por casi 1 km!.
Ya vi perros siguiendo a un caminante pero gallos nunca había visto. Y era un gallo japonés que hablaba español! Lo bauticé de "gaijin san".
Ya estaba imaginando que iba a caminar por todo Shikoku con "gaijin san". Pero en un dado momento el gallito paró de seguirme y me despedí de mi amigo.
Pasé por lugares muy lindos los últimos días, montañas, valles plantados con arroz, florestas, playas de surfistas, ríos muy limpios donde se ven peces enormes.
La isla de Shikoku tiene 70 % de su área preservada, con florestas que cubren las montañas.
Crucé también con una pareja de o-henros muy particular, que cargaba dos carritos enormes donde cabia hasta un perrito que andaba con ellos. Fueron muy simpáticos y me dajaron sacar una foto pero no pude hablar con ellos porque no hablaban nada de inglés. Me quedé curioso de saber como harian para subir las montañas con esos carritos...
También fui parado por una señora de unos 80 años, muy simpática, que comenzó a hablar japonés conmigo como si yo fuese fluente. Y hizo varias oraciones para protegerme. No entendi nada de lo que dijo pero me senti muy bien después de las oraciones.
Y el cabo Ashizuramizaki es un lugar muy especial.
Es la punta sur de Shikoku y al girar y comenzar a andar en dirección norte, uno deja las águas abiertas del Pacífico y entra en un estrecho que separa Shikoku de la isla principal de Japón, pasando "en frente" de Hiroshima.
Hay una historia muy curiosa ligada a este cabo. En 1.850 aproximadamente, un barco de pescadores de la región naufragó. Todos los tripulantes fallecieron, menos un. John Manjiro. John consiguió nadar y encontró una isa desierta donde sobrevivió por varias semanas. Hasta que pasó un barco ballenero americano y fue rescatado.
En aquella época, Japón estaba cerrado al mundo. Era la era Edo, un período que duró más de 300 años, en el cual Japón se aisló completamente del mundo. Con execepción del puerto de Nagazaki, donde unos pocos navios comerciantes podian llegar, el resto del país estaba cerrado al mundo. Por 300 años fue asi! Hasta 1868. Eso explica mucho sobre la cultura japonesa actual.
John Manjiro entonces fue rescatado y llevado a Estados Unidos por el capitán del navío. En Estados Unidos recibió educación y gracias a eso adquirió una visión del mundo muy diferente.
En cuanto duró la era Edo, John estaba prohibido de volver a Japón. Cualquier japonés que saliese del país en aquella época no podia volver. O seria decapitado.
Finalmente terminó la era Edo y comenzó un nuevo período en el cual Japón comenzó a abrirse al mundo.
Y John Manjiro entonces consiguió retornar a su tierra natal. Y, por ser uno de los pocos japoneses que conocía el mundo exterior y hablaba otra lingua, fue contratado por el nuevo gobierno y tubo un papel muy importante en las nuevas relaciones diplomáticas de Japón con el resto del mundo, especialmente con Estados Unidos.
Además de esa historia muy especial, el cabo Ashizuramizaki es también uno de los lugares preferidos para cometer suicidio en Japón.
Al ver la altura de las rocas y el azul profundo del mar, creo que quien decide saltar aqui no tendrá la misma suerte (o mala suerte en este caso) de ser salvado como John Manjiro.
Arigatou gozaimazu!
Location:Templo 38, 550 km recorridos
Meu caro irmã, não falo espanhol, porem, to ficando um craque na leitura, vibro muito ao entender suas mensagens...
ResponderExcluirUm grande abraço fraterno pra restabelecer suas energias, muita Luz !!!
Marcos Freitas
Germinar - ceará